martes, 11 de febrero de 2014

El sueño de un niño

Hechizado por la magia de Whitman, desentrañada gracias a la gran Lana del Rey, me pregunto cómo la nostalgia puede convertirse en un Peter Pan embaucador, en un Alfanhuí inmortal o en un Pinocho que no quiere ser de verdad.
Pero, esa nostalgia ¿es de un tiempo pasado mejor? ¿de un recuerdo que emerge con un toque sensitivo cual madalena de Proust? ¿de un momento mágico? ¿o de un mal menor?
No sé del mundo mucho más que un perro, una cigüeña o un pez frito. Sin embargo, a veces creo en un Dios universal. Y su forma, como buen ente del imaginario, es la de un niño pequeño.
 

"¿Qué soy, después de todo, más que un niño complacido con el sonido de mi propio nombre?" Lo que soy después de todo (W. Whitman)

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