son inescrutables".
Eso dicen algunos,
otros prefieren pensar
que el destino es solo eso:
DESTINO.
Viaje de ida, una ubicación,
RUMBO.
Pero, ¿dónde se quedan
las palabras?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc5FI6vErkdlRiM7Q5erzM1sBM3GPfmMQcoW-l_jyvlyr7Lh-5Jd0qneA2zruIOssTTCrU-Mbuke1RstVYEbPnHFI7IL8Eq37ySJNbnohd53kxioR_A_Y1UxJRJt7TXuE40xWJY9I4YFJa/s1600/caminos.jpg)
¿Dónde te quedas tú?
¿Cambian los sentimientos
en algún punto del ciclo?
Puede que esta sea la verdadera
prueba de fuego,
OJALÁ.
Prevalece la mentira del alma,
la verdad es austera y no se hace
oír. Una incógnita inescrutable;
tan inescrutable-
mente sometida a reglas,
JUEGO.
Celebremos que nos hemos
encontrado, amigo.
Celebremos la vida esta
y aquella y la de más allá.
No te calles, dilo.
Dilo, aunque sea una vez
Con eso bastaría.
Sobraría.
"Los caminos del Señor
son inescrutables".
Eso dicen, pero no les creo.
Los caminos del señor son inescrutables.
ResponderEliminarLo que ahora se une luego se separa.
Lo que parecía incompatible es luego inseparable.
Todo es juego, en verdad.
Juego, inercia, decisiones.
Decisiones que no sabes si las tomas tú, o te las dan sin que te des cuenta...
Celebremos, pues. Tienes razón.
Celebremos el momento en el que ahora nos encontramos.
Celebremos que nos cruzamos por el camino.
Mañana ya se verá.
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Genial el texto, refleja cosas en las que a veces pienso. ;) Con ganas de leer más poemas tuyos.