¿Puede un niño fijar un nuevo cielo?
¿Puede una lágrima apreciar el hielo?
¿Puede el aire demente ser fecundo?
Depende del ojo meditabundo;
de historias agrias o de caramelo;
de la fuerza del empuje y del celo;
del amor en definitiva. Hundo
mi alma en tus fuertes ojos como el mar,
mis ganas en tus garras de felino
mi cuerpo espera cauto tu condena.
Y una mirada el océano va a calmar
un zarpazo aturdirá el desatino
y el amor tejerá sutil cadena.
un zarpazo aturdirá el desatino
y el amor tejerá sutil cadena.
Está muy bien ;) Logras la rima y la métrica prácticamente también (creo que hay un par de versos de 12 jeje).
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ResponderEliminarAhora ya sí es perfecto. Me gustan las palabras que has escogido y la concentración en el elemento de los ojos y la mirada... La mirada de la gente es algo que nunca (o casi nunca) miente y si, probablemente sea lo único capaz de el mundo y el alma de una persona.
ResponderEliminar*salvar
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